sábado, 4 de diciembre de 2010

Dicho sea de paso

En el Prólogo a su breve libro Comentarios. Acotaciones Marginales, José Benigno Zilli explica que si uno repasa los géneros literarios del Medioevo se encontrará con que los comentarios o acotaciones son uno de los primeros y más voluminosos de todos los tratados: “Todo maestro hacía sus pinitos por medio de comentarios  que casi siempre eran sobre las Sentencias de Pedro Lombardo. Y luego alzaban el vuelo hacia las Cuestiones y las Sumas, mientras los opúsculos salían casi sin sentir” (1996: 5).
En este blog se eligió el libro Estructura Básica del Derecho Penal de Eugenio Raúl Zaffaroni (2009) para comentar o acotar sus afirmaciones, sobre todo refiriéndolas a México, pues es natural que el contexto situacional de Zaffaroni sea la Argentina. Sin embargo, lo que en esta entrada importa señalar es que el blog, por su propia índole, hace posible comentarios a las acotaciones escritas. Esto es formidable y muestra que si bien el género literario es medieval, el medio de comunicación es contemporáneo, pues hace posible la interacción.
Sin embargo, existen algunas limitaciones, hoy se señala una: las preguntas que hacen quienes comentan las acotaciones no siempre se pueden responder en el acto. Por ejemplo, se tiene un comentario a la entrada titulada “La perspectiva del científico social”, en el cual se pregunta: <<¿Qué es lo que persiguen los ingenieros, diseñadores, arquitectos del Estado y de sus órganos punitivos, dígase legisladores y jueces, al momento de proyectar y diseñar al monstruo, y una vez en marcha el leviatán contemporáneo, cual es la eficacia real en resultados objetivos si se comparan con lo que se pretendía alcanzar en un principio?>> La pregunta es atinente al tema y Zaffaroni ofrece una respuesta, pero poco a poco. Entonces habrá que armarse de paciencia.
El autor del blog tiene miras muy altas, pues recogió con alegría las palabras de Pierre Theilard de Chardin, pronunciadas al cumplir 60 años: “Comulgar con el futuro se ha convertido en mi fórmula predilecta, la fórmula de la vida”. Pero, no se quiere perder piso, no se quiere despegar los pies de la tierra, y esto solamente es posible por los comentarios de los seguidores o lectores, pues todos ellos son jóvenes. Volviendo al Prólogo del libro de Zilli Mánica: “No se trata de sentar grandes tesis, o de establecer nuevos modos de mirar el mundo en su totalidad, sino de pequeñas miradas, fugaces, furtivas, sobre lo que está aconteciendo. Pero, detrás de todo esto, suele estar una manera de ver el mundo, o una concepción global, que no se tarda en descubrir.” (1996:5).

Bibliografía

Zaffaroni, E. R. (2009). Estructura básica del derecho penal. Buenos Aires, Argentina: EDIAR.
Zilli Mánica, J. B. (1996). Comentarios. Acotaciones marginales. Xalapa, Veracruz, México: Gobierno del Estado de Veracruz.

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