lunes, 24 de enero de 2011

Estado de derecho y estado de policía

Objetivos: a) Mostrar la tensión existente entre el estado de derecho y el estado de policía; b) distinguir entre el estado de derecho como modelo ideal por alcanzar y el estado de derecho como entidad histórica (real) alcanzada.
Aclara Eugenio Raúl Zaffaroni que  el estado de derecho (todos están sometidos por igual a la ley) y el estado de policía (todos están sometidos al arbitrio del que manda) no son datos reales sino modelos ideales. Después, el autor hace una observación importante:
“Los  estados de derecho históricos (reales, existentes) nunca son ideales, sino que todos ellos tienen encerrado en su seno al estado de policía en constante tensión dinámica con las pulsiones de este último. El estado de policía no está muerto en un estado de derecho real, sino encapsulado en su interior y en la medida en que éste se debilita lo perfora y puede hacerlo estallar. El derecho penal, al contener el poder punitivo refuerza el estado de derecho. Cuanto mejor contenga el estado de derecho al de policía, más cerca estará del modelo ideal y viceversa.” (Zaffaroni, 2009: 30-31).
El estado de derecho histórico coexiste (compite) con el estado de policía, pero no es una coexistencia pacífica sino que el estado siempre está sometido a la acción de fuerzas opuestas que lo atraen. Por una parte, la fuerza del reino del derecho, o lo que es igual, del imperio de la ley. Por la otra, la fuerza de la arbitrariedad de los que mandan. La imagen del encierro del estado de policía dentro de una capsula que sería el estado de derecho, funciona si se concibe al estado de policía como una bestia (leviatán) que está tratando de perforar o romper el frágil cascarón del estado de derecho. Esto, quizás, se corresponda con aquella lejana idea de que el derecho persigue la paz, pero solamente la paz exterior (la no-guerra).
Sin embargo, es importante no perder de vista que aquí está el desafío y la propuesta de nueva cuenta. El reto: ¿Cómo hacer para que el ideal del estado de derecho se convierta en realidad social? La propuesta: el camino es la contención o disminución del poder de castigar, ya que cuanto mejor contenga el estado de derecho al de policía, más cerca estará del modelo ideal: el estado constitucional de derecho. Al contrario, es decir, si se cambian las cosas, entonces entre menos contención o reducción del poder punitivo exista, más lejos se estará del modelo ideal del estado constitucional de derecho.
No se puede cesar de pensar en un México que  siguió la suerte de la América Latina, cuya realidad es ilustrada con las palabras de Gerardo Pisarello: “Sin embargo, a pesar de ciertos avances indiscutibles, sobre todo en contraste con los oscuros tiempos de las dictaduras, no parece exagerado afirmar que al intento de dar fuerza normativa al Estado de derecho de América Latina le ha ocurrido lo que en aquel monólogo de Borges, en que el autor se piensa dotado de un poder ilimitado para soñar con tigres y, sin embargo, sólo consigue dar con pobres y desfiguradas versiones del modelo ideal.” (Pisarello, 2002: 279). Como se verá en las próximas entradas, Eugenio Raúl Zaffaroni no se permite soñar con tigres…

Bibliografía

Pisarello, G. (2002). Estado de derecho y crisis de la soberanía en América Latina: algunas notas entre la pesadilla y la esperanza. En M. Carbonell, W. Orozco, & R. Vázquez, Estado de derecho. Concepto, fundamentos y democratización en América Latina. (págs. 279-298). México: UNAM, ITAM y Siglo XXI editores.
Zaffaroni, E. R. (2009). Estructura básica del derecho penal. Buenos Aires, Argentina: EDIAR.

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