No sé si sea válido romper el hilo del discurso y hablar de cosas que no tienen conexión íntima con lo que se está tratando, pero, por un deber de gratitud a los comentarios, esto se hará cuando se juzgue necesario. En cierta ocasión se le preguntó a Librado Basilio, erudito de Veracruz (México): qué hacer, pues si eres jurista y quieres resolver todas las cuestiones filosóficas, ya no estudiarías el derecho. La respuesta fue: <<Debes elegir>>. El Maestro tenía razón. (Martínez Morales, 2004).
El comentario al artículo “derecho penal: un término equívoco” amerita la digresión. En su parte central dice lo siguiente: “Por lo que entendí nos falla un poco la lógica, la semántica y la lingüística.” Puesto que el tema no es jurídico, sin caer en falacia, se apela a la autoridad de José Benigno Zilli Mánica, profesor de Filosofía (1996: 50-52). Este autor dice lo siguiente: “Volvemos sobre la abstrusa cuestión de la semiótica con la esperanza de añadir un poco de luz a lo de los tres niveles o escalones de la interpretación de un texto. Conviene saber estas cosas, porque de lo contrario uno puede dar uno o muchos traspiés en esto que se torna cada vez más oscuro: la interpretación de la comunicación humana o del discurso…” Después manifiesta lo que piensa sobre esos tres niveles:
Hay un primer nivel que es el más hondo, donde solamente tienen acceso los gramáticos y los lógicos que estudian los signos en cuanto tales, o sea, de una manera meramente formal…el nivel llamado sintáctico…Hay un nivel medio que es el semántico. Aquí el problema es ver si la proposición del otro tiene una referencia objetiva y si los términos con que la valora corresponden realmente a la cosa como es en sí…Hay, además, un tercer nivel, que es el del discurso, o texto, y que suele ser considerado en la pragmática. Le llamaremos nivel pragmático. Aquí la cuestión consiste en ver cómo maneja el trozo discursivo el emisor y cómo es recibido por los receptores. Y hay dos o tres cosas: su intencionalidad y los recursos empleados y también su inconsciencia social y psicológica.
El filósofo comenta que “Aquí —en el tercer nivel— entra todo lo que se refiere a la retórica y sus trucos para persuadir y lo que ahora está de moda: las teorías de la sospecha, como el psicoanálisis y la crítica de las ideologías. Curiosamente esto que es lo mas complejo y difícil es lo que todo el mundo practica. ¿No lo cree usted?…” La digresión se termina con esa pregunta, pues resulta imposible aclararlo todo, no se vaya a caer en la exageración de algún autor que pretende explicar la globalización, el caos, la postmodernidad, la racionalidad, el riesgo, la anomia, la complejidad, la crisis, la ecosofía, el azar, la hermenéutica, la desconstrucción, el multiculturalismo y la teoría de las catástrofes, antes de introducirse al estudio del derecho penal. (Pérez Pinzón, 2005).
Referencias bibliográficas:
MARTÍNEZ MORALES, José Luis. (2004). Librado Basilio, retrato inconcluso. Xalapa, Veracruz (México): Honorable Ayuntamiento de Xalapa.
ZILLI MÁNICA, José Benigno. (1996). Comentarios. Acotaciones marginales. Xalapa, Veracruz (México): Gobierno del Estado de Veracruz-Llave.
PÉREZ PINZÓN, Álvaro Orlando. (2005). Introducción al Derecho Penal. Bogotá (Colombia): Universidad Externado de Colombia.
¡Gracias! Me han quedado más claras algunas cuestiones :). Disculpe por otro lado si con el comentario anterior provoqué desvíos en el tema, me apena un poco.
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